https://doi.org/10.58265/pulso.7300
María Elena Serrano Moya
Universidad de Alcalá
https://orcid.org/0000-0003-0316-8733
El enfoque CLIL se ha convertido en la principal herramienta metodológica para la enseñanza de contenidos en lengua adicional. De hecho, la Unión Europea ha apoyado su uso para promover el multilingüismo y diversidad de lenguas dentro de su espacio. Los diferentes países miembros han acogido este enfoque de diferentes formas y estructuras que han dado lugar a una heterogeneidad a lo largo del continente europeo. Por el eso, el objetivo de este libro es discutir, presentar y aprender de la simbiosis entre teoría y práctica para maximizar el aprendizaje en aulas multilingües poniendo énfasis en la concienciación lingüística (language awareness). Así, los veinticuatro autores y autoras que ofrecen los análisis, las propuestas y las reflexiones de sus prácticas docentes en el aula ponen de manifiesto la importancia de ofrecer estrategias metodológicas variadas para promover una actitud crítica sobre el aprendizaje de la lengua con la última finalidad de ofrecer una educación bilingüe de calidad en el continente.
El primer capítulo, escrito Marion Döll y Erwin M. Gierlinger, ofrece una reflexión teórica sobre la importancia del estudio de la lengua en educación por parte del profesorado reflejando así la diversidad de las diferentes sociedades en las que nos encontramos. Además, se ofrece al lector un análisis de los cinco mayores tipos de programas que ofrecen aprendizaje de contenido a través de una lengua adicional en sociedades migrantes (en inglés, CALM, Content Learning through Additional Languages in a Migration Society). Así mismo, los autores destacan la importancia de la concienciación lingüística por parte del profesorado y como este concepto está alineado con la Pedagogía de la Migración (en inglés, MP, Migration Pedagogy). Pero, ¿cómo se traduce la teorización de estos programas en el aula? Esta pregunta se responde en el segundo capítulo del volumen donde Erwin M. Gierlinger establece el marco TALK (en inglés Teachers’ Awareness of Language Knowledge). Este marco se basa en que los docentes de los programas CALM necesitan conocer las competencias lingüísticas generales (en inglés, GLAC) y cómo esas competencias deberían impulsar competencias clave para la enseñanza de una lengua (en inglés, SALT).
En el tercer capítulo, Katja Feigenspan y Magdalena Michalak, a través de sus investigaciones en las áreas de Biología y alemán como Segunda Lengua en diferentes escuelas, confirman cómo es una premisa fundamental planificar el contenido lingüístico desde el punto de vista de la materia para ofrecer escenarios de aprendizaje significativos, diferentes y diversos.
En el siguiente capítulo, Ursula Neumann evalúa programas específicos bilingües, donde un porcentaje significativo de estudiantes no son hablantes nativos de alemán, desde un puesto de vista organizativo, legislativo y pedagógico. En sus conclusiones, la autora señala que estos programas son útiles tanto para los hablantes nativos de habla germana como para la población bilingüe, ya que los materiales, así como los enfoques metodológicos, recogen la importancia de la concienciación lingüística para el aprendizaje.
En el capítulo cinco, Esin Isil Gülbeyaz hace un análisis sintáctico comparativo de los trabajos escritos por estudiantes en turco (L1) y alemán (L2), tanto de aquellos que asisten a un colegio bilingüe como a un colegio monolingüe en alemán. Así, se hace una correlación entre los textos escritos de una biografía del lenguaje y su uso de la lengua afirmando que la enseñanza temprana de su primera lengua como lengua vehicular tiene a tener un efecto positivo en las competencias escritas en la primera y segunda lengua.
Como hemos visto en anteriores capítulos, en cualquier sistema educativo es esencial los procesos de evaluación tanto de programas bilingües como de enfoques metodológicos. Por eso, cobra especial relevancia el capítulo seis, escrito por Ana Sofia Urraca, donde se establece la importancia de la evaluación en el proceso de enseñanza-aprendizaje en un contexto CLIL. Así, la autora ofrece un modelo exhaustivo explicando con detalle los pasos a seguir en la evaluación CLIL. La autora considera la lengua y dos aspectos básicos de la evaluación: el qué y el cómo.
En el capítulo siete, Susanne Guckelsberger y Florian Schacht presentan un proyecto interdisciplinar en un programa universitario dirigido a futuro profesorado de matemáticas. Este programa, a través de un aprendizaje basado en la investigación, tiene un doble objetivo: por un lado, combinar los enfoques pedagógicos teóricos y la práctica docente y, por otro lado, explorar la conexión entre el aprendizaje de la lengua y de la materia en conceptos como la probabilidad.
El capítulo ocho, escrito por Verena Holzapfel, hace un análisis semi-cualitativo de la práctica docente de cuatro profesores de Historia en educación secundaria en Austria para comprobar cómo se enfrentan a las exigencias de contenido y lengua en los programa CLIL sin tener unas guías metodológicas claras desde las instituciones educativas del país. Este contexto da lugar a unos enfoques diferentes y personales en cuanto a implementación de CLIL, pero con algunos puntos en común como la importancia de la planificación y poniendo al contenido como eje principal fuente de esa planificación.
En el capítulo nueve, Isabel Sánchez Bacaicoa y Josué Llull definen la concienciación histórica y su correlación con la lengua adicional y con la lengua propia de la materia, así como con las Habilidades de Pensamiento Superior (HOTS) en un contexto CLIL en la materia de Historia. Para ello, es vital que el estudiante adquiera conocimientos lingüísticos en su lengua materna y la lengua adicional, además del conocimiento lingüístico propio de la materia, para poder comprender, reflexionar y narrar acontecimientos históricos de una manera fehaciente. Así, los autores muestran un detallado ejemplo de una secuenciación didáctica sobre la Guerra Civil Española.
Kirstin Ulrich, en el capítulo diez de este volumen, nos presenta los mapas conceptuales no solo como una herramienta visual o una herramienta de diagnóstico para apoyar el aprendizaje de contenidos en la asignatura de Geografía, sino como un recurso de ayuda más dentro del aprendizaje de la lengua para la comprensión de textos escritos y la producción de textos escritos y orales.
El capítulo once, escrito por Doris Weiss, Erwin M. Gierlinger y Johanna Hütter, hace un estudio comparativo de producciones escritas en lengua inglesa en la asignatura de Pedagogía en Educación Secundaria en Austria utilizando CLIL como enfoque didáctico. El estudio demuestra que no solo mejora la creencia de poder usar la lengua inglesa de manera más natural y de manera más automática, sino que también mejora su competencia escrita.
Gudru Keplinger, Andreas Bärnthaler, Beate Kralicek, Markus Langer, Thomas Schöftner y Neil Stainthorpe presentan los resultados de la investigación llevada a cabo durante tres años en Austria en ocho centros de Formación Profesional de Estudios agrícolas y Forestales en cuatro asignaturas. Su objetivo es analizar las diferencias de aprendizaje de contenido utilizando metodología CLIL tanto en alemán (L1) como en inglés (L2). El estudio demuestra que no hay apenas diferencia de resultados en la adquisición de contenidos entre los grupos CLIL y no CLIL.
El capítulo trece, escrito por Petra Klettzenbauer, Ulla Fürstenberg y Margit Reitbauer, analiza la efectividad del uso de ondas semánticas dentro de un modelo de enseñanza dialógica de cinco profesores CLIL en el Departamento de Computación de una universidad en Austria como herramienta lingüística clave para la mejora de la competencia lingüística de los estudiantes. Además, los autores enfatizan su importancia dentro de futuros planes de formación de profesorado.
Por último, los editores del libro ofrecen una síntesis de las principales prácticas didácticas que contienen los diferentes capítulos abogando por la Pedagogía de la Migración como herramienta catalizadora del aprendizaje lingüístico. Además, recomiendan un cambio en las prácticas docentes para promover el uso de diferentes herramientas, actividades y técnicas para acortar distancias entre el contenido y las realidades lingüísticas en las aulas CALM.